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era el cumpleaños de alguien. recorríamos un castillo. 
en el castillo había habitaciones reales, parrillitas al paso, habitaciones que eran piletas interiores en las que nadabamos vestidos, salones magníficos.
a algunos les llovía sangre en la lluvia, otros cenaban.
en un corredor largo lleno de espadas y ornamentos, yo encontraba un plato que conmemoraba un momento íntimo y pequeño de la esposa del rey, era de marfil tallado con bajorrelieves y decía, en inglés antiguo "ella fue débil como esposa y le dejó tomar su mano"