Patinaba resbalando por los pisos de cerámico en mi escuela primaria, algo que de hecho hacía cuando iba ahí, y quería contarle a mis amigos que patinaba muy lejos y que me vieran, pero me retaban porque estaban dando clases y yo los molestaba con boludeces. Así que me iba patinando y encontraba una manzana roja, preciosa, pero no me animaba a comerla porque estaba por ahí y la dejaba. Hasta que llego a una parte de la escuela donde sale la directora y me dice que tengo que entrar a dar clases, que es re tarde.
Y entro y tengo que dar clases de inglés y no entiendo por qué... Pero de repente me acuerdo que les estaba enseñando los mamiferos, y son pocos chicos y el aula es enorme, y me agarra una sensación de angustia infinita, y me despierto.