Tuve un sueño, y en ese sueño había una frase. Ésta no aparecía explícitamente en él, sino que revoloteaba a su alrededor. Estaba sin estar, presente y a la vez ausente.
No recuerdo cuándo o dónde es que leí por vez primera aquella frase que, supongo, motivó el sueño del cual les hablo. Lo único que sé es que era de Borges, y que decía más o menos así: "cuando uno sueña, el pensamiento toma formas dramáticas. De noche, cuando soñamos, somos el actor, el autor, el espectador y el teatro. Somos todo."
Ese día yo soñé que era la orquesta, el compositor, el director y el teatro Colón. Pero no sólo eso. Soñé que era las negras, las corcheas, los silencios, las alteraciones y los compases. Las armonías, las disonancias, las afinaciones y el calderón. Soñé que era el puntillo, la plica, el ritmo ternario y el pentagrama.
Esa noche yo no soñé con la música, ésta me soñó a mí. Esa noche, y desde entonces, yo fui Música.
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*.·ª!·&^*
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