al principio chiquitas, serpientes bebés. son verde manzana en el lomo, verde claro porque son nuevas, y amarillas en la panza. se arrastran rápido, se escabullen por todos lados.
salgo de mi cuarto y cada vez hay más, y más grandes. están en todo el departamento. son rápidas también. no quiero matarlas, pero me empiezan a poner nerviosa. su presencia me angustia.
ahora estoy caminando por una plaza y las serpientes empiezan a aparecer ahí. hay personas alrededor, chicos jugando en la arena y en los subibajas, pero no se inmutan. las serpientes ya son gigantes, con varios metros de largo, anchas como brazos. salen de todos lados y se pasean como si nada. grandes, chicas, finitas, gordas, oscuras, claras. les miro esos ojos fríos reptiles y no sé si matarlas. matarlas está tan al alcance de mi mano, pero dudo. no sé si es una buena idea.
no es su culpa, pero me atormentan.
Oh, esas serpientes... ¿Cuál será la causa de tu angustia?
ResponderEliminarMuy buen sueño.